Fabián Artigue: «La nutrición de cultivos ha sido un debe en la agronomía del Uruguay»
Entrevista al nuevo Gerente Comercial de Agroenfoque
Por Hernán T. Zorrilla
El nuevo gerente comercial de Agroenfoque destacó que uno de los principales desafíos ha sido y es incorporar tecnologías y avances a la agricultura extensiva, y puso el foco en la nutrición de cultivos y el aporte que puede dar en el desarrollo de altos potenciales de rendimiento.
—Asumió como nuevo gerente comercial de Agroenfoque, ¿con qué expectativas toma este cargo y cómo ha sido su recorrido?
—Primero que nada quiero decir que mi corazón nace ganadero, porque empecé con esta producción allá por el año 1991 cuando empecé la facultad. Trabajé en Soriano, después en el norte en Tomás Gomensoro, después en Salto en el mundo ovejero con corderos y lanas finas y posteriormente en la parte agrícola, mudándome a Mercedes 10 años atrás. Hace 5 años llegué a Agroenfoque, desarrollando la zona litoral agrícola para una empresa que venía de un ADN intensivo, con una cantidad de tecnologías que se empezaban a aplicar también en la parte extensiva con todos los desafíos de rendimiento y productividad que hacen a la competitividad del productor agrícola. Ahí está justamente uno de los objetivos más importantes que Agroenfoque tuvo y tiene. Hoy el “gap” es mucho menor que lo que era unos años atrás porque la agricultura extensiva y de pasturas no tenía tanta exigencia como la de hoy para lograr los rendimientos, que en definitiva marcan la rentabilidad del negocio, tanto en ganadería como en agricultura.
—¿Cuáles son los principales desafíos de la empresa en la actualidad?
—En el caso particular de Agroenfoque, está en la nutrición de los cultivos. Mucho se habla de la fertilización, que es una parte importante del sistema, pero la nutrición de cultivos es un debe que tenemos en la agronomía del Uruguay, porque no han sido muchas las herramientas de seguimiento que teníamos en el pasado, al tiempo que hoy en día hay muchas más para diagnosticar. Esto funciona ya sea para aplicar o corregir. Antes teníamos solo fosforita y urea y se terminaba ahí, hoy tenemos mucho más para las distintas etapas del cultivo.
—¿Cómo está la receptividad y aplicación de los productores dentro de estas tecnologías?
—La receptividad hoy en día es grande, y lo es cada vez más porque la competencia por la tierra hace que el productor sea cada día más profesional, y por eso usa cada vez más tecnologías. En cuanto a productos, yo siempre digo que el buen producto es el resultado de una buena recomendación, y a eso nos abocamos en el seguimiento que brindamos. El desafío de Agroenfoque es que los servicios y productos vayan unidos, porque muchas veces el buen producto se quema con un mal servicio o se realza con uno bueno, y lo mismo sucede con una recomendación receptiva.
—¿Qué se destaca en la oferta de Agroenfoque a este respecto?
—Uno tiene que ver con la fertilización líquida al suelo, que nos permite corregir durante las etapas del cultivo diferentes nutrientes, macro y micro. Y también están, si bien data de mayor cantidad de años en el mercado internacional, los fertilizantes foliares que corrigen muchas veces microelementos o aspectos menores dentro de los diferentes tipos de suelo. Y por último también las tecnologías de protección para que los fertilizantes que uno aplica vayan al cultivo y no al suelo. Esto quiere decir que el aprovechamiento de los nutrientes sea mayor que sin la protección, pero además con el medio ambiente, porque de nada sirve agregarle un nutriente que le sobra, que no pudimos diagnosticarlo y dejar al cultivo con el déficit de otros que no se ven a simple vista.
—Por último un repaso por los cultivos: ¿cómo viene la zafra de invierno?
—Los trigos y las cebadas están con un desarrollo muy importante. Se fueron para arriba “como quien dice” con el veranillo de julio y la cantidad de nutrientes que tenía el suelo. Precisamente, muchos productores que nosotros seguimos no aplicaron fertilizantes a la siembra y si usaron correctores líquidos durante el ciclo. Hay un potencial muy bueno de los cultivos. Esta semana recorrí en la zona de Carmelo y hay un potencial arriba de los 6.000 kilos en las cebadas. Las canolas están más complicadas, con un escenario diferente. En trigos y cebadas la necesidad de nutrientes para concretar ese rendimiento potencial es mayor, y es ahí donde vienen los ajustes nutricionales de los que hablaba antes. Y para no ser injusto también pasa con las pasturas mejoradas, ya que con la seca que tuvimos en inviermo tuvimos un crecimiento menor al que esperábamos, pero con estas lluvias se nota una explosión y un rebrote importante.
—¿Qué pasa con el maíz?
—La cantidad de maíz a sembrarse aparentemente va a ser récord, y esperamos que La Niña se confirme y vengan las lluvias para recargar el perfil y tener un buen arranque de cultivos, que es imprescindible. A esto sumamos un tema que estamos poniendo sobre la mesa en talleres, que es generar un marco de discusión técnica para la fertilización en la línea o al boleo, algo que se discute desde hace tiempo.
—¿Cómo ve al sector arrocero?
—El sector arrocero ha oscilado entre las 130.000 y 180.000 hectáreas, pero tiene una organización que lo sostiene. Los desafíos en un sector tan profesional son súper importantes porque estamos con récords en rendimientos y un posicionamiento mundial extraordinario. Estuvimos en conversaciones con algunas instituciones para aplicar un modelo que se basa en análisis foliar y ajuste de nutrientes durante el cultivo. Pensamos que hay que afinar mucho en el sector arrocero para superar los rendimientos, porque si bien genéticamente se puede tener un mejor desempeño lógicamente el desafío es cada vez más grande para mejorar. En este sentido hicimos muchos ensayos con fertilizantes especiales en la siembra y ajustes de otros granulados o líquidos durante el desarrollo del cultivo. Tenemos expectativas de poder contribuir a aumentar esos rendimientos.